miércoles, junio 16

¿Buenos modales?


El lunes pasado nos fuimos para un centro comercial a dar una vuelta y comprar pañales para Sofía, en un supermercado donde son un poco más económicos. Había mucha gente y muchos niños, decidimos ir al tercer piso y usamos el ascensor, en el momento en que la puerta se abrió, aparecieron muchos niños y adultos queriéndose subir y no nos dejaban salir, íbamos con Sofía en el carrito de paseo, en ese momento me transformé en una fiera y de inmediato les bloque el paso furiosa, y les dije que dónde estaban los modales, primero hay que dejar salir para poder entrar, obviamente no lo dije en voz pasiva, nada de eso, yo estaba furiosa, y peor aún, les pase por encima y vi como con el carro de Sofía les iba pisando los pies a todos los que podía.  Salimos de ahí y yo estaba demasiada enojada, escuche que ellos me gritaron algo, pero ni preste atención.  En fin, respire hondo y luego pensé en lo que había sucedido.
Recuerdan que les había dicho ¿que los bebés nos imitan todo?, pues bien, mi reacción no fue la más educada del mundo, peor aún, fui tan maleducada como ellos, y luego eso me afecto mucho más, ya no se podía dar marcha atrás, pero había que mejorar para próximas reacciones.  Definitivamente los papás debemos enseñar los buenos modales, esos papás del ascensor no les mostraron a sus hijos que hay una norma, dejar salir para poder entrar... muy diferente fue cuando bajamos al primer piso, estaban dos señoras con sus hijos, uno de ellos intento entrar luego de que la puerta del ascensor se abrió, ella le dijo, no espera un poco, ellos deben bajarse primero, los niños se quedaron quietos y esperaron pacientemente a que nosotros nos bajáramos con carrito y todo y hasta uno de ellos saludo amablemente a Sofía…
Mi querida COMPAÑÍA, experiencias similares las podemos tener todos los días, creo que lo que más rabia me dio, fue observar a todas esas personas encima de mi bebé, y ella solo abrió los ojos de susto, pero en fin, para la próxima debo tener una reacción más amable… lo intentare.
Gracias por leerme, ¡abracitos!
Diana R.

lunes, junio 7

Sofía sociable


Desde hace un buen tiempo hemos percibido que cuando Sofía tiene la oportunidad de compartir con otros bebés, es bastante tranquila al momento de establecer sus “nuevas amistades”, bueno, por ahora, como no está en la guardería, digamos que son amistades de paso, de esas que, por ejemplo, hacemos los adultos cuando vamos en el metro o en un bus. Pues una de las oportunidades para Ella es cuando vamos a los centros comerciales que tienen disponible espacios para los bebés jugar.  La semana pasada tuvo esa experiencia.  Nos fuimos las dos en plan de mujeres, mejor dicho, en plan de mamá y bebé.  Llegamos a uno de esos lugares de Pequeñín, entramos y debíamos sentarnos juntas en un tapete, les confieso que antes de colocarla en el tapete, mire todo alrededor y vi dos bebés con sus madres, Yo pensé, ¿Será que Sofía podría tratarlos mal? ¿Será que los bebes podrían tratar mal a Sofía? ¿Será que esas mamás son antipáticas? ¿Será que Ella si quiere estar ahí? En fin, fueron muchos será, será, será, en menos de un segundo… Pero, al siguiente segundo me tire al ruedo y nos sentamos juntas en el tapete, de inmediato Sofía salió disparada a gatear y coger las pelotas y los juegos que habían disponibles, además, saludo a los bebés presentes. Por un lado había un bebé de unos 7 meses, con su mamá que era más bien tímida, el bebé fue muy sonriente, pero la mamá no dejaba que él se alejara mucho de ella. Por otro lado estaba Federico, un bebé de 11 meses que ya caminaba y era pura energía, y con una mamá que no se quedaba atrás, con decirles que en el tiempo que estuvimos en el lugar, más o menos una hora, la mamá no  dejó de hablar, cantar, animar a su bebé a hacer mil piruetas y a seguirla en todas las canciones que ella le cantaba; Sofía y Federico se entendieron bien. La mamá de Federico, fue muy amable conmigo y hasta me dio datos de algunas guarderías de la ciudad. Entre las dos personalidades de mamás Yo era como en el medio, ni muy callada, ni muy tímida, aunque a veces me sentía más bien intimidada por la mamá enérgica. Y pensaba, por ejemplo, en que Yo no le enseñaba tantas canciones a Sofía, es más, muchas de ellas ni las conocía, parece que me había quedado en la época de los pollitos, cucu cucu cantaba la rana, arroz con leche me quiero casar, etc… me sentí totalmente desactualizada en ese aspecto. 
Viviendo ese momento, pensé en varios puntos, por ejemplo, uno se imagina que pueden pasar muchas cosas y al final no pasa nada; que a Sofía no le gustaría… y miren, disfruto tanto, que al final para sacarla de allá fue un problema, pero la tranquilice diciéndole que tomáramos un poco de agua y descansáramos, que en otro momento volvíamos, y así me la lleve, ahora sí en plan de mujeres, a comer y tomar algo…  Otra cosa, que Ella trataría mal a los otros bebés, y ni ellos ni ella se trataron mal, jugaban y en algunos momentos uno quería la pelota del otro, pero eso no genero ningún conflicto; que las mamás eran antipáticas, nada, esos momentos son muy buenos porque se pueden compartir experiencias…
Y así hay muchas cosas que las mamás nos imaginamos, eso debe ser algo innato de ser mamá… Por eso pienso que lo mejor es parar, pensar y antes de tomar una decisión, dar la oportunidad para vivir la experiencia…
Y ustedes, mi querida COMPAÑÍA, ¿Qué piensan?
Abrazos.
Diana R.

miércoles, junio 2

Imitando y aprendiendo


Pues bien, es sabido que los seres humanos nacemos sin saber imitar pero durante los primeros meses de vida vamos aprendiendo nuevos comportamientos y entre ellos está el aprender a imitar.  Seguimos creciendo y nos vamos perfeccionando en esta forma de aprendizaje y cada vez imitamos más y mejor…  Para los niños imitar a los adultos y en especial a sus padres, no es un juego, es una forma de aprender “aprendizaje por observación”, en el caso de mi linda Sofía, ella trata de imitar algunos comportamientos de nosotros, por ejemplo, un día el gatico Emaus estaba intentando subirse a la mesa mientras estábamos desayunando, Yo inmediatamente le dije que no y golpee un poco la mesa para hacerlo desistir de su intención, y Sofía hizo lo mismo en su silla de comer y además hizo un ruido como de regaño, como quien dice, el gatico salió doblemente regañado… Yo me detuve a pensar en lo que había sucedido y de inmediato se encendieron mis alarmas, estaba claro que mis conductas estaban siendo observadas e imitadas, de ahí en adelante, cuando voy a corregir al gato por algo, me preocupo por hacerlo con mucho cariño, no significa que yo sea violenta con el gatico, nada de eso, pero sentía que era mejor no volver a golpear la mesa o hacer ruidos que resultaran agresivos.  Otro ejemplo de imitación es cuando mi esposo se despide de mí y me da un besito, Sofía además de darle el besito al papá, también me da besito a mi ¡esa parte de la imitación me gusta! De todas formas, así como hay conductas buenas a imitar, hay también otras no tan buenas.  
Es difícil para los padres estar a toda hora atentos a lo que se hace o no se hace delante los hijos, pero de todas formas debemos hacer un esfuerzo por revisar nuestros comportamientos, tener siempre presente que nosotros somos los modelos de identidad de nuestros hijos…  Miren otra cosa, nosotros nos propusimos que la hora del almuerzo era para estar todos juntos en la mesa, desde que Sofía comenzó a comer otros alimentos diferentes a la leche materna, siempre lo hemos hecho así, el ritual comienza lavándole las manos y explicándole que antes de comer hay que lavarse las manitos, el papá ya hasta le compuso una canción, generalmente es él quien le lava las manos, mientras yo estoy sirviendo la mesa, pienso que esas cosas son importantes porque asi ella nos ve comer de todo tipo de alimentos, además, ahora ya esta comenzando a comer con su propio plato, aunque continuo dándole la sopita. ¿Recuerdan la lavada de los dientes?, pues bien, antes de dormirse siempre la llevo al baño y ella se deja lavar los dientes, pero para gustarle nos tuvimos que lavar todos juntos los dientes por un tiempo… en fin, hay muchas cosas que Sofía está queriendo imitar y es por eso que este tema me interesó mucho, encontré varias lecturas interesantes sobre el tema y entre esas cosas, me encontré con varios videos bien impactantes, unos de ellos fue este: los niños ven… los niños hacen.
Mi querida COMPAÑÍA, los niños ansían ser como los adultos,  por eso nos imitan, no sólo los padres serán modelos a imitar, el resto de su familia, el círculo de amigos más próximo, la escuela, la televisión… serán fuente importante de conductas a imitar. Por eso, podríamos deducir que el comportamiento de los niños y, en un futuro, el del adulto puede haber tenido como origen la imitación de una conducta previamente observada.

¡Sigamos juntos!
Abrazos.
Diana R.

martes, junio 1

¡De regreso!


Me ausente mucho tiempo ¡es verdad! Y no sabía ni cómo volver a escribirles, no sabía ni que decirles sobre los porque de mi ausencia… pues bien, fueron muchas cosas, luego de habernos enfermado y volver, viajamos, nos fuimos para nuestra ciudad natal, fue un viaje de improviso, aprovechamos una invitación hecha para mi esposo y nos fuimos todos, y por allá le celebramos otra vez el cumpleaños a Sofía, fue súper rico porque pudimos organizar algo rápido con algunos familiares. Ella disfrutó mucho, en algunos momentos se estresó al ver muchas personas que no conocía o no recordaba, pero luego se fue adaptando y al momento de cantarle el cumpleaños no lloró, por el contrario, estuvo súper atenta a todos los que en ese momento cantaban y aplaudían.  Disfrutamos mucho de ese corto viaje.
 Sofía y sus primas Angelica y Estefanía.. y Yo
Otro motivo de mi ausencia y quizás el más significativo para no escribir, es mi estado emocional, no me siento aburrida o triste, nada de eso, me siento más bien extraña, con miedo de retomar muchas cosas de mi vida. Luego de que dejé de amamantar a Sofía, comencé a sentirme nostálgica. Cuando uno se convierte en mamá, hay algunas cosas que se dejan a un lado, algunas ropas, algunas costumbres, el lenguaje y el vocabulario de uno cambia o pensándolo de otra forma, se amplía y limita al mismo tiempo, por ejemplo, cuando uno está casado y sin hijos y habla con l@s amig@s, pues habla de sexo, de moda, de vanidades, de trabajo, de espiritualidad, en fin… y cuando uno se convierte en madre (por primera vez, que es mi caso), el tema son los hijos, así las amigas no tengan hijos, siempre le preguntan a uno que cómo está la bebé, qué hace, y claro, uno como mamá primeriza le encanta hablar del tema, contar las novedades del crecimiento, etc, y después de todo eso, uno habla un poco de uno, y como ahora no estoy trabajando, pues ni modo de hablar de trabajo, a veces no se pueden tener conversaciones largas, como se podía antes, porque en algún momento uno debe ausentarse para atender a la bebé, y así hay muchas cosas que van cambiando… todos esos cambios yo los he asumido con tranquilidad, no me arrepiento de haber tenido que hacer algunos sacrificios por dedicarme a la maternidad, además, he contado con el apoyo de mi esposo, que siempre ha sido muy comprensivo y me ha apoyado constantemente, también es un padre fabuloso, siempre presente.  ¿Y entonces? Pues ahora debo comenzar a recuperarme en algunos aspectos, por ejemplo mi cuerpo (recuerden que era un tetero gigante), a cambiar mis ropas, prepararme para regresar al trabajo, darme un poco más de glamur, a mi eso me gusta y por eso todo este tiempo me he sentido extraña porque no se bien por donde comenzar… imagínense que hace unos días me fui a comprar ropa y no tenía ni idea que hacer, entre al almacén y me sentía súper extraña, pero bueno, lo supere…
En fin mi querida COMPAÑÍA, el tiempo va pasando y las cosas van cambiando… en poco tiempo debo comenzar a buscarle guardería a mi bebé y les confieso que me muero de susto… así como me muero de susto comenzar a trabajar de nuevo y tener que dejar a mi bebé con otras personas, aunque entiendo perfectamente que es bueno para las dos, así nos podemos socializar con otras personas… en fin, después les hablaré más sobre esto.
Gracias por su COMPAÑÍA.
Abrazos.
Diana R.